A.J. McLean

A.J. la debilidad de mama.

Alexander James McLean nació el 9 de enero de 1978 en West Palm Beach, Florida. Por sus venas corre sangre portorriqueña y alemana (por eso, al igual que Howie, habla y entiende un poquito el castellano). Creció como hijo único y con la tristeza de haber perdido a dos hermanas pequeñas que murieron justo al nacer. A los 4 años tuvo que enfrentarse a otra dura prueba: la separación de sus padres. Desde entonces, A.J. se convirtió en el ojito derecho de su madre, Denise, que dejó su propia carrera como actriz para convertirse en la mánager de su hijo. Ella descubrió enseguida que A.J. tenía talento. Y es que, a los tres años, el chico ya se vestía de "señor" (con sombrero, corbata y cartera) y jugaba a ser actor. A.J. era un niño abierto y simpático: "Le contaba su vida al primero que pillaba", recuerda Denise. A.J. adora a su madre y a su abuelo, Adolph, de quien heredó su amor por Shakespeare. Gracias a él A.J. descubrió su segunda gran pasión después de la música: escribir poesías de amor.

A.J. la estrella de la familia.

A.J. debutó en el mundo del espectáculo a los seis años interpretando a "Mudito" en "Blancanieves y los siete enanitos". Su madre lo apuntó a clases de baile, canto, piano y arte dramático y A.J. siguió participando en obras de teatro: "Cascanueces", "El rey y yo"... También hizo varios pases de modelos de ropa infantil. El Canal Disney de televisión lo fichó como presentador y los productores de "Nickelodeon" (un famoso programa infantil) descubrieron que A.J. era una fiera ante las cámaras. Pero A.J. seguía empeñado en la música. Cuando conoció a Howie, se dio cuenta de que allí estaba la llave de su futuro...